MONUMENTOS
Villalba tiene una oferta artística que ofrecer a los visitantes, fundamentalmente en la iglesia parroquial, con ricos artesonados, pinturas murales e interesantes retablos, aunque también puede ofrecer el atractivo de lo etnográficamente interesante.
Han sido donadas dos nuevas imágenes para completar las hornacinas del sagrario (importante obra del siglo XIV. La figuras fueron encargadas por Carmelo Martínez Gil y su familia, y se han incorporado por primera vez a su lugar hoy día de Ramos.
Durante los días de celebración del Cristo de los desamparados en Villarrín de Campos, Tersilio Peña, de Villalba de la Lampreana ha expuesto una muestra de su museo etnográfico.
La aceptación ha sido total y ha exigido la presencia contínua de nuestro paisano en la exposición.
En la exposición se incluían algunas publicaciones literarias referentes a su actividad etnográfica:
Es crucero pétreo que se encontraba al lado de la torre de la iglesia ha aparecido así, caido y roto.
Es posible que su defectuoso anclaje tenga mucho que ver en ello.
En las fotografías puede apreciarse cómo su sujección dependía exclusivamente de una resina, y es como el pegamento cuando pasa el tiempo, si no está bien ensamblado puede ocurrir esto.
Muchas veces se ha hablado en este portal de los problemas que padecía el interior de la iglesia de Villalba de la Lampreana, originados por el mal estado de la cubierta y el piso superior de la torre, en el que se encuentran las campanas, y que permitía que todo el agua de lluvia que entraba, que era mucha, cayera y degradara la bóbeda del baptisterio, cuyas pinturas ya se han perdido en gran parte.

Aunque para la mayoría han pasado desapercibidas, lo cierto es que en la época de calor se ha aprobechado para hacer algunas mejoras necesarias en nuestro templo, unas veces por problemas de mantenimiento y otras por problemas de vandalismo y robo.
Había gran preocupación porque cada día se hacía un agujero mayor, en un rincón del coro, y amenazaba con ir a más. Esto tenía relación con unas humedades que parecía provenían de la tan conocido por todos como RESBALINA, en la que tanto hemos jugado de pequeños.
La sorpresa surgió, cuando iniciadas las obras, se vió que la pared que parecía iba a arroñarse estaba suficientemente saneada y reforzada con piedra, por lo que se tomó la decisión de mantener y resaltar este muro, que está donde le coro canta los domingos.
Por otro lado, la cristalera que había sido gravemente dañada durante el robo del pasado mes de marzo, del que no se incluyó reportaje alguno para evitar perjudicar las investigaciones de la guardia civil, ha sido repuesta gracias a la financiación de la iglesia y la colaboración de Ubaldo y Pedro Martínez, que se hicieron cargo de dar las órdenes de reconstrucción, y de la limpieza y colocación actual, protegido todo ello por cristalera doble, que la protegerá de la intemperie.
Se reconocen, por su belleza y singularidad algunos otros edificios que si bien están construidos en materiales tan poco duraderos como la tierra, en forma de tapial o construcción en adobe, si representan esa singularidad al estar ubicados en pleno campo, sin otros edificios cercanos y son capaces de llamar la atención de forma poderosa a quien pasea por el campo de Villalba de la Lampreana.
EL HORNO DE DAMIAN
Es una construcción, única en este momento pero que en un tiempo pasado fué muy corriente, como chozo o caseto (casetas de las eras) que permitía en la época de la recolección y trilla, guardar los utensilios propios de esta labor hasta el año siguiente, y además, en el periodo de la trilla permitía resguardarse del sol y calor durante el día y del frío en la noche, además de permitir guardar la comida y la bebida relativamente fresca. Algunos de ellos incorporaban un pozo que permitía, también, conseguir agua fresca en verano, tanto para los labradores como para las caballerías.
Este edificio tiene una particularidad y es la ausencia de teja en su construcción para evitar que el agua de lluvia penetrase. Esto hace aún más extraña su pervivencia hasta nuestros días, de no ser por el meticuloso mantenimiento anual que DAMIAN ha dedicado al mismo hasta que lo recubrió totalmente con cemento a fin de minimizar ese mantenimiento anual. Anteriormente se le conocía como la CASETA DE JEREMIAS, padre del actual propietario (Damián).